La enfermedad de Crohn es una Enfermedad Inflamatoria Intestinal que tiene como característica especial el que puede afectar a cualquier zona o zonas del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano.
Además de la característica anteriormente expuesta hay otra también muy importante y es que la Enfermedad de Crohn se caracteriza por afectar a todas las capas que forman parte de la pared intestinal, es decir, a todo el grosor del intestino, lo que puede ocasionar un estrechamiento o reducción del diámetro interno del mismo, e incluso en algunas ocasiones su completa oclusión es decir lo que se conoce como estenosis.
También puede aparecer una afectación perianal que supone la presencia de fisuras, fístulas o abscesos en la zona que rodea al ano, y en ocasiones, presentarse como la primera manifestación de la enfermedad de Crohn.
La enfermedad de Crohn surge como consecuencia de una respuesta inadecuada de nuestro sistema inmune hacia nuestro propio organismo. El origen o causa de esta respuesta, aún desconocida, puede que esté en la actuación conjunta de factores genéticos y ambientales que condicionan esos desordenes inmunológicos.
Como en la enfermedad de Crohn están implicadas alteraciones genéticas, es frecuente que en determinados grupos étnicos o familias exista una mayor probabilidad de desarrollar enfermedad de Crohn. Sin embargo, no se considera una enfermedad hereditaria en sentido estricto, ya que en su manifestación puede influir gran cantidad de factores externos. La probabilidad de herencia directa de la enfermedad es muy reducida. Los familiares de primer grado (hijos/as) presentan un riesgo de padecer Enfermedad de Crohn de un 5% en caso de que alguno de los progenitores la padezca; si son ambos progenitores los que padecen la enfermedad, el riesgo aumenta a un 20%. En familiares de segundo grado (abuelos, hermanos o nietos), el riesgo es mucho menor.
Por lo general la Enfermedad de Crohn suele afectar en mayor proporción a personas de niveles socioculturales elevados y de áreas urbanas e industrializadas. En España, de manera similar al resto de Europa, la incidencia de la enfermedad está aumentando, pudiendo llegar a diagnosticarse entre 9 y 12 casos nuevos al año por cada 100.000 habitantes, afectando por igual a hombres y mujeres.
La enfermedad de Crohn es una enfermedad crónica, que alterna periodos de actividad (brotes con periodos de remisión o inactividad). Esta manifestación intermitente de la enfermedad, en ocasiones tiende a desencadenar retrasos en su diagnóstico inicial; ya que sus síntomas, en ocasiones poco específicos, pueden confundirse con una simple diarrea o gastroenteritis.
Los síntomas más frecuentes son: Diarrea, dolor abdominal, rectorragia, fiebre, anemia, pérdida de peso, fatiga, alteraciones psicológicas, retraso en crecimiento y maduración sexual en los niños, síntomas perianales, fístulas y manifestaciones extraintestinales (dermatológicas, oculares, articulares y hepáticas).
Por lo anteriormente expuesto, los métodos de diagnóstico no serán los mismos en todos los pacientes existiendo una gama bastante amplia de pruebas que pueden hacerse tanto para diagnosticar la enfermedad como para hacer el seguimiento de su evolución. Pueden emplearse analíticas de sangre y heces, endoscopias en su diversas modalidades y pruebas radiológicas de todo tipo.
Una vez conseguido el diagnostico se podrá empezar el tratamiento adecuado.
Los grupos de fármacos más empleados son: Aminosalicilatos (5-ASA), Corticoides, Inmunosupresores y Terapias biológicas.